miércoles, 13 de julio de 2016

EL LÍDER


El liderazgo se define como “influencia”, es decir, el arte o proceso de influir en las personas para que participen con disposición y entusiasmo hacia el logro de los objetivos del grupo; no sólo se debe alentar a las personas a que desarrollen disposición a trabajar, sino a que lo hagan con fervor y confianza. El fervor es energía, entusiasmo e intensidad en la ejecución del trabajo; la confianza refleja la experiencia y la capacidad técnica. Los líderes actúan para ayudar a que un grupo alcance los objetivos a partir de la aplicación máxima de sus capacidades.

Los líderes miran hacia el futuro, inspiran a los miembros de la organización y trazan el curso de la misma. Esta habilidad parece ser una combinación de, al menos, cuatro componentes importantes:

1. La capacidad de utilizar el poder con eficacia y de manera responsable.
2. La capacidad de comprender que los seres humanos tienen diferentes fuerzas motivadoras en distintos momentos y en diferentes situaciones.
3. La capacidad de inspirar.
4. La capacidad de actuar para desarrollar un clima propicio, despertar motivaciones y hacer que respondan a ellas.

El primer componente del liderazgo es el poder, el segundo es una comprensión básica de las personas; como en todas las prácticas, una cosa es conocer la teoría de la motivación, los tipos de fuerzas de motivación y la naturaleza de un sistema de motivación, y otra ser capaces de aplicar estos conocimientos a las personas y situaciones, el tercero es la rara habilidad de inspirar a los seguidores para que apliquen todo su potencial a un proyecto y el cuarto tiene que ver con el estilo del líder y el clima organizacional que desarrolla. 

El principio fundamental del liderazgo es que las personas tienden a seguir a los que desde su punto de vista, les ofrecen un medio para satisfacer sus metas personales, cuanto más comprendan los gerentes qué motiva a sus subordinados y cómo operan estos motivadores, y cuanto más relejen esta comprensión al realizar sus acciones gerenciales, más probable es que sean líderes eficaces.




Líderes transaccionales, ellos identifican qué necesitan hacer los subordinados para alcanzar los objetivos, lo que incluye aclarar las funciones y tareas organizacionales, establecer una estructura organizacional, recompensar el desempeño y aportar a las necesidades sociales de sus seguidores.



Líderes transformacionales, ellos expresan claramente una visión, inspiran y motivan a los seguidores, y crean un clima favorable para el cambio organizacional.



La principal labor es diseñar y mantener un ambiente adecuado para lograr un buen desempeño.




Algo más... 



Referentes: Koontz, H.; Weihrich, H. y Cannice, M. (2012). Administración. Una perspectiva global y empresarial. (14.a ed.). México: Mc Graw Hill/Interamericana Editores S.A.

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